PAULA NOVOA

Tu voz, padre,

nunca me mintió.

Una vez te pregunté si morirías,

corrí a tu cama después de un sueño.

Sí, voy a morir,

dijiste.

 

Así supe que los padres mueren.

 

Desde ese día

hago el duelo.

*

La noche es un monstruo

que me come lento

y deja mis huesos

a la orilla de la cama.

Ahí donde el gato se acurruca

pidiéndome lo que no queda.

*

Querías sacar el almendro

para construir nuestra casa.

 

Hoy,

escribo bajo su sombra.

*

¿Y si mejor

en el vértice coloco

la calidez

y más acá, la cura

tu silencio en la cama

para no quedarme sola

y tu sombra ahí,

al costado.

 

¿Y si me salvo

de mi propia mordida

y me corro de la gota que horada?

 

¿Y si limpio el camino

de babas,

de óxido,

de malezas,

y sigo el hilo mágico

con el que ahorqué

a Teseo?

*

(tres actos y un soliloquio)

a Roxana

I

Un pájaro

se posa

sobre una rama.

II

Un chico

amenaza a otro

con una botella rota.

III

Grito,

el pájaro vuela,

el chico corre,

el otro me abraza.

IV

A ninguno lo pude salvar.

*

No sé si los grillos traen buena o mala suerte,

pero uno se posó sobre mi hombro

y cargué sobre él toda mi fe.

 

Paula Novoa publicó «El año que fui homeless» (Cave Librum, 2014) e «Hija de mala madre», 2016, por la misma editorial. Los poemas que leíste pertenecen a su nuevo libro «El paso de la babosa» publicado este año.

Paula es docente de nivel medio y superior en el GBA.  Trabaja en Moreno y levanta la bandera cada día por Sandra Calamano y Rubén Rodriguez.

Por la Escuela Pública.

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